LO IGNORANTES QUE SOMOS...
Describir la situación en la que se encuentra el pueblo indígena actualmente requiere conocer a fondo toda la problemática que le rodea, para realizar de esta manera un análisis crítico y objetivo; pues no podemos opinar cuando no conocemos a fondo las grandes dificultades que afronta el pueblo indígena en Guatemala.
Muchos de nosotros observamos a las personas indígenas diariamente, pero no entendemos cual es su comportamiento, su forma de pensar, sus costumbres, tradiciones, Etc. y en reiteradas ocasiones nos burlamos de la situación en la que se encuentran. Pero sabemos acaso que apenas tienen para comer, que viven en condiciones lamentables, que trabajan día a día sin parar y que a veces tienen una familia muy numerosa y por tal razón los niños trabajan desde los seis años o menos. Lamentablemente, no lo sabemos y poco nos importa. Si usted siente que tiene problemas que lo ahogan o lo matan, déjeme decirle, amigo mío, que sus problemas son un juego de niños comparados con los de una persona indígena: el trabajar desde niño, no contar con un juguete mas que con una onda, comer tortillas con sal, chile o si tiene suerte con frijol, usar la misma ropa todos los días durante todo el año, casarse a los 13 ó 14 años o nunca salir de su pueblo. Y usted se queja por cualquier "cosita"; entonces pues, analice la situación de estas personas y agradezca por lo bendecido que es. Sin embargo, a pesar de todo esto que he podido compartir (que es demasiado poco acerca de la verdadera realidad indígena) estas personas son felices sino es que las más felices del mundo. Para ellos no hay nada como levantarse y respirar aire puro; comerse un par de "machules"; salir a trabajar en su frijol o su milpa; "pajarear" con su onda en los vastos y bellos bosques pueblerinos; "cangrejear" en el río de la aldea; subirse a los árboles a bajar jocotes; comerse una gran taza de pulique para la cofradía y porqué no, un par de tragitos.
Es increíble el optimismo, la amabilidad y el respeto que rebosa en ellos; sin embargo, existen obstáculos que aún deben superarse. Lamentablemente muchos de ellos casi no salen de su pueblo, conocen poco o nada de sus derechos, muchos políticos sucios se aprovechan de sus situación para después abandonarlos y son olvidados por la mayoría de la población. Y nosotros tenemos en gran medida, la culpa de todo esto. No somos solidarios con las personas a nuestro alrededor y no podemos comprender lo importante y valiosas que pueden ser estas personas. Es triste ver a un niño que es tan bueno para matemáticas, tiene una excelente memoria, es respetuoso y aplicado, y que, por falta de recursos, tenga que abandonar la escuela en segundo o tercer grado o que a veces no tenga ni siquiera la posibilidad de asisitir a una. Es lamentable observar a una niña de trece o catorce años dar a luz, ¿Cómo es eso de que una niña tiene a otra?. Y así podríamos seguir con innumerables ejemplos que nos demuestran lo ignorantes que somos, ignorantes al no conocer la cruda realida que atraviesa nuestra Guatemala, ignorantes al no apoyar a los demás, ignorantes de lo difícil que es la vida en el campo, ignorantes del grandioso talento que se pierde en los niños indígenas... y lo peor de todo; es que nos quedamos de brazos cruzados, continuando, ignorantes.
Así que es necesario involucrar a las personas indígenas en actividades que le permitan darse a conocer ante los demás, brindar seminarios sobre deberes y derechos en las aldeas, gestionar ante organizaciones oportunidades de becas para los niños que lo necesitan, brindar ayuda en salud para las madres adolescentes, incentivar a todos para que elijan a sus autoridades y provocar (empezando por uno mismo) un sentimiento de solidaridad y ayuda hacia nuestro prójimo, logrando así, una Guatemala próspera y feliz.
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